Rev Esp Endocrinol Pediatr

Rev Esp Endocrinol Pediatr 2013;4 Suppl(1):132-137 | Doi. 10.3266/RevEspEndocrinolPediatr.pre2013.Apr.178
Tiroides

Sent for review: 11 Apr. 2013 | Accepted: 11 Apr. 2013  | Published: 2 May. 2013
Congreso SEEP
Correspondence:Congreso SEEP
E-mail: seep@seep.es
Tabla - O2/d2-009
Tabla - O2/d2-010
Tabla - O2/d2-011
Tabla - O2/d2-013
Tabla - O2/d2-014
Tabla - O2/d2-015

O2/d2-009

SITUACIÓN NUTRICIONAL DE YODO EN POBLA­CIÓN PEDIÁTRICA ENTRE 3 Y 14 AÑOS. EVA­LUACIÓN DE LAS VARIABLES INDIVIDUALES, FAMILIARES, DIETÉTICAS, FUNCIÓN TIROIDEA Y HALLAZGOS ECOGRÁFICOS.

S. Ares Segura1, M. T. García Ascaso2, P. Ros Pé­rez2, R. Piñeiro Pérez2, M. Miralles Molina2, S. Santa­cruz Sánchez Guerrero1.

(1) Hospital Universitario La Paz, Neonatología, Ma­drid. (2) Hospital Universitario Puerta de Hierro-Maja­dahonda, Madrid.

Introducción:

La deficiencia de yodo es la principal causa de re­traso mental prevenible en el mundo. La excreción urinaria de yodo es el indicador bioquímico más uti­lizado para estimar el nivel nutricional de yodo en una población.

Método y objetivos:

Estudio epidemiológico transversal de tipo des­criptivo sobre una población entre 3 y 14 años de edad sin patología tiroidea. Se recogieron antece­dentes personales, familiares y nutricionales y se realizó función tiroidea en sangre, yoduria (método Benotti-Benotti) y ecografía tiroidea. Se utilizó el programa estadístico SPSS v14.0 (nivel de signifi­cación <0,05 en contraste bilateral).

El objetivo de nuestro estudio es conocer la situa­ción nutricional actual de yodo y estudiar las varia­bles relacionadas.

Resultados:

Se estudiaron 217 niños (50,7% varones) y se obtu­vo una mediana de yoduria de 120,0 μg/L (rangos intercuartílicos 80-184). 56 niños (25,9%) presen­taban yodurias entre 50-99 μg/L (deficiencia leve) y 25 (12%) inferiores a 50 μg/L (deficiencia mo­derada). El 59,5% consumían sal yodada y estos presentaban yodurias más elevadas (136,5 μg/L vs 110,5 μg/L; p <0,05). Respecto a los alimentos, sólo la ingesta de leche aumentaba la yoduria (<2 va­sos/día 102,0 μg/L vs ≥ 2/día 132,0 μg/L; p <0,001). No hubo diferencias significativas en las yodurias de los pacientes que habían utilizado povidona yo­dada frente a los que no (124,0 μg/L vs 120,0 μg/L; p = 0,90). En la Tabla 1 se evalúan las medianas de las yodurias según las otras variables, encon­trando que los varones y el grupo de menor edad presentan yodurias más elevadas. Sólo en 5 casos la TSH se encontraba por encima del rango normal con T4L y T3L normales, sin relación con las yodu­rias ni con la presencia de bocio. Se encontraron 6 pacientes con bocio sin relación con las yodurias ni con otras variables, siendo la tasa de bocio en edad escolar del 2,1%.

Conclusiones:

Un número significativo de niños en nuestra mues­tra presentan yodurias insuficientes, estando ex­puestos a padecer trastornos asociados a este déficit. El consumo de sal yodada sigue siendo muy inferior al 90% recomendado por la OMS, y es probablemente el consumo de leche el que aporta este nutriente.

 

O2/d2-010

DETERMINACIÓN ECOGRÁFICA DE LA GLÁNDU­LA TIROIDES EN UNA POBLACIÓN PEDIÁTRICA DE 3 A 14 AÑOS CON SITUACIÓN ANALÍTICA TI­ROIDEA Y NUTRICIONAL DE YODO NORMALES.

S. Ares Segura1, M. T. García Ascaso2, P. Ros Pérez2, I. Millán Santos2, M. Alfageme2, M. Miralles Molina2.

(1) Hospital Universitario La Paz, Neonatología, Ma­drid. (2) Hospital Universitario Puerta de Hierro-Maja­dahonda, Madrid.

Introducción:

No existen muchos estudios que presenten datos de volúmenes tiroideos normal en niños españoles. Las tablas de normalidad de volumen tiroideo in­fantil propuestas por la OMS evalúan sólo niños por encima de los 6 años de edad.

Métodos y objetivo:

Estudio epidemiológico transversal de tipo descrip­tivo sobre una población entre 3-14 años de edad sin patología tiroidea previa, a los que se les realizó función tiroidea en sangre y yoduria en micción ais­lada. Todos los niños fueron sometidos a una eco­grafía cervical realizada por un único ecografista. Se realizó la exploración determinando el volumen tiroideo (suma del volumen de ambos lóbulos), se­gún la fórmula V (ml) = 0,479 x profundidad x an­chura x longitud (cm). Posteriormente se evaluaron los valores extremos y fueron eliminados aquellos que rebasaran 3 veces la diferencia entre p75-p25 (rangos intercuartílicos) en cada grupo, con idea de establecer un límite de normalidad por encima del p97. Se rechaza la hipótesis de normalidad en el volumen (test de Kolomogorov-S; p<0,001) por lo que se presentan los datos mediante percentiles (p3, p50, p95 y p97). El objetivo de este estudio es normalizar los volúmenes tiroideos en niños sin patología tiroidea previa.

Resultados:

Se estudiaron 217 niños (50,7% varones) y sólo en 5 casos la cifra de TSH se encontraba por encima del rango de la normalidad con T4L y T3L normales, sin relación con las yodurias ni con el tamaño del bocio. Se obtuvo una mediana de yoduria global de 120,0 μg/L (VN100-199 μg/L). Se determinó el vo­lumen tiroideo en todos los pacientes dividiendo a los pacientes en 6 grupos de edades y sexos y se obtuvieron los resultados obtenidos en la Tabla 1.

Conclusiones:

Los valores encontrados en nuestra población in­fantil son superponibles a las tablas de otras regio­nes. La demostración de una función tiroidea nor­mal global y un nivel nutricional de yodo adecuado, a pesar de un número no elevado de individuos, aporta validez a estos rangos de normalidad.

 

O2/d2-011

ALIMENTOS RICOS EN YODO Y SAL YODADA: VARIABLES RELACIONADAS Y YODURIA.

P. Ros Pérez1, M. T. García Ascaso1, S. Ares Segura2, A. López López1, C. de Lucas Collantes1, I. Millán San­tos1.

(1) Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahon­da, Madrid. (2) Hospital Universitario La Paz, Madrid.

Introducción:

El yodo es esencial para la formación de las hormo­nas tiroideas. La OMS reconoce la sal yodada (SY) como el vehículo para garantizar un nivel óptimo de yodo. En el año 2007 la OMS estimó que el consu­mo de SY era de sólo un 16% en España.

Método y objetivo:

Estudio epidemiológico transversal de tipo descrip­tivo sobre una población entre 3-14 años de edad sin patología tiroidea previa. Se interrogó por el consumo de pescado, marisco, queso, huevos, al­gas, leche y otros lácteos y se analizó la excreción urinaria de yodo. El análisis de los datos se realizó mediante el programa estadístico SPSS v14.0.

El objetivo es evaluar el consumo de SY y otros ali­mentos y su relación con las variables individuales y familiares así como con la yoduria.

Resultados:

Se estudiaron 217 niños (50,7% varones) y se demostró que el 59,5% consumían SY habitual­mente. Se obtuvo una mediana global de yoduria de 120,0 μg/L (VN 100-199 μg/L). En la Tabla 1, se estudian las variables individuales y familiares observándose que ninguna influía en el consumo de SY. Los niños que consumían SY obtuvieron yodurias superiores (136,5 μg/L vs 110,5 μg/L; p <0,05). De los alimentos ricos en yodo, destaca un consumo superior a ≥ 3 veces por semana en el pescado (42,8%) y el queso (53,4%). Con respec­to al número de vasos de leche al día, el 52,4% de los niños tomaban 2 o más vasos y el 50,7% toma al menos un lácteo al día. Al evaluarse las yodu­rias según el distinto consumo, sólo la ingesta de leche aumentaba la yoduria (< 2 vasos/día 102,0 μg/L vs ≥2/día 132,0 μg/l; p <0,001).

Conclusiones:

Un elevado número de niños en nuestra población no consumían sal yodada, por lo que es necesa­rio incrementar la información e implementar el uso universal de este tipo de sal. Las cifras de yodu­ria en rango normal son probablemente debidas al elevado consumo de leche y productos derivados, como demuestran también otros estudios. Pero esta “profilaxis silenciosa” de la leche no está regulada y no garantiza la nutrición de yodo de manera con­trolada.

 

O2/d2-012

FUNCIÓN TIROIDEA Y CRECIMIENTO EN PA­CIENTES DIAGNOSTICADOS DE TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH).

A. Vela Desojo, A. Rodríguez Alonso, M. Pinedo Gago, M. Martínez González, G. Grau Bolado, I. Rica Etxebarria1.

Hospital Universitario de Cruces, UPV/EHU, Sec­ción de Endocrinología Pediátrica, CIBERDEM, Barakaldo/Bizkaia.

Introducción:

El TDAH es frecuente en la infancia. Existen publica­ciones contradictorias que relacionan la enfermedad y/o el tratamiento de la misma con alteraciones de la función tiroidea y del crecimiento. El problema fun­damental al valorar los resultados es la heterogenei­dad de las muestras.

Objetivo:

Valorar función tiroidea y eje somatotropo en niños prepuberales diagnosticados de TDAH antes de iniciar el tratamiento y estudiar si existe variación tras cinco años de tratamiento con metilfenidato.

Pacientes y métodos:

Estudio prospectivo de niños prepuberales diag­nosticados de TDAH en consultas de Neuropedia­tría desde Octubre de 2007 a Mayo de 2008 que continúan actualmente en tratamiento. Se calcu­laron en SDS las variables: talla, peso e IMC se­gún las gráficas de referencia locales; estudiamos la talla diferencial (TD: talla actual-talla diana en SDS), EO dif (Edad cronológica-Edad ósea, según GyP), T4 libre (ng/dl), TSH (μU/ml), IGF-1 (ng/ml) e IGFBP3 (μg/ml), Hematimetría y Bioquímica gene­ral. Los datos se analizaron mediante SPSS.

Resultados:

Se estudian 16 pacientes prepuberales con edad media de 8,5 años (r: 6,4-11,4). El 81% son varones. Los resultados al diagnóstico: Talla-SDS: -0.42±1.09, Peso-SDS 0.004±1.04 e IMC-SDS 0.26±1.06. La T4l media fue 1.3±0.13, la TSH 1.95±0.93 y la IGF-1: me­dia 188 (r 80-612).

Tras 4-5 años con metilfenidato la Talla-SDS es –0,8±1.39; el Peso-SDS es -0.52±1.04 y el IMC-SDS: -0.22±0.98. La media de T4l fue 13±0,1 y la de TSH 4.54± 1.22. Todos los pacientes están en pubertad. La edad media de inicio de la misma fue 12.5 años (rango de 10.5-14 años en niños y de 11.5-13 años en niñas). A lo largo de estos años he­mos objetivado una pérdida de peso (p=0.01) junto con una pérdida de talla (p=0.04) estadísticamen­te significativos. Existe moderado retraso de la EO tras 5 años de terapia (EOdif de 1.34±1.71).

Conclusiones:

1. No encontramos alteraciones tiroideas en pa­cientes afectos de TDAH ni antes ni tras años de tratamiento con metilfenidato. 2. Tras 5 años de te­rapia hay una pérdida de peso significativa y hay una pérdida de talla significativa asociado a un re­traso en la edad ósea. 4. El inicio de pubertad es normal en todos.

 

O2/d2-013

ESTUDIO DESCRIPTIVO DE LOS PACIENTES DIAGNOSTICADOS DE HIPOTIROIDISMO CON­GENITO MEDIANTE EL CRIBADO NEONATAL EN LA ETAPA ADULTA.

J.I. Perales Martínez1, B. Puga González2, E. Maya­yo Dehesa3, A. de Arriba Muñoz2, J.I. Labarta Aiz­pún3, A. Ferrández Longás2.

(1) Endocrinología Pediátrica. Hospital de Barbas­tro, Barbastro. Huesca. (2) Centro Andrea Prader. Gobierno de Aragón. Zaragoza. (3) Unidad Endo­crinología Pediátrica. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.

Introducción y objetivos:

Las hormonas tiroideas son fundamentales para un crecimiento adecuado y un desarrollo psicomotor normal. La detección precoz del Hipotiroidismo Congénito (HC) mediante los programas de criba­do neonatal previene estas alteraciones y se cono­cen múltiples factores de riesgo relacionados, pero existen pocos estudios de estos pacientes cuando llegan a la vida adulta. El objetivo de este estudio es observar la situación de nuestros pacientes afectos de HC en su etapa adulta, incluyendo talla final y desarrollo cognitivo mediante CI.

Material y métodos:

Estudio descriptivo retrospectivo de los siguientes parámetros en 22 pacientes diagnosticados me­diante el programa de detección precoz del HC (ini­cio Abril 1989) que han alcanzado los 18 años. 1) Datos al diagnóstico (TSH screening, dosis inicial, edad inicio tratamiento…), 2) Datos a los 18 años: dosis Levotiroxina y parámetros analíticos (TSH y T4L), auxología (Peso y Talla), CI mediente WAIS y mineralización ósea (DMO por US).

Resultados:

En la tabla 1 se representan en SDS los datos clíni­co-analíticos al diagnóstico y todos los datos a los 18 años.

La talla adulta (-0,12±1,00) se encuentra dentro de la normalidad e incluso supera la talla diana (-0,80±0,98). El CI total (-0,46±0,82) no se encuen­tra en ningún caso < 2 SDS siendo las fracciones de CI verbal (-0,35±0,83) y manipulativo ( -0,41±0,88) normales.

La muestra se ha dividido en 2 grupos según la fecha de nacimiento, antes y después de 1990, año en el que se incrementó la dosis inicial susti­tutiva de LT4 de 8-10 mcg/kg/día a 10-15 mcg/kg/ día apreciándose una optimización del cribado con diferencias estadísticamente significativas en la normalización de TSH y T4L en el momento del diagnóstico. A los 18 años no existen diferencias respecto a la talla adulta ni al CI total.

Comentario:

El cribado neonatal permite un diagnóstico y trata­miento precoz de los niños afectos de HC, de tal forma que su desarrollo cognitivo y somático se en­cuentra dentro de la normalidad en la edad adulta, lo que facilita su adecuada integración social.

 

O2/d2-014

FUNCIÓN TIROIDEA MATERNA EN EL EMBARA­ZO Y TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH) EN LA PROGENIE: ¿EXISTE ALGUNA RELACIÓN?

G. Grau Bolado1, A. Aguayo Calcena1, A. Vela de Sojo1, I. Rica Etxebarria1, L. Castaño González1, P. Martul Tobío1, G. Miranda Rodríguez2, Y. Duque Fran­co2, M. Á. Aniel-Quiroga3, M. Espada Sáez4.

(1) Hospital Universitario de Cruces.UPV/EHU.CIBE­RER., Barakaldo. Bizkaia. (2) Psicólogo Clínico. Bilbao. Bizkaia. (3) Servicio de Bioquímica-Laboratorio de Hor­monas. Hospital Universitario de Cruces. Barakaldo. Bizkaia. (4) Laboratorio Normativo de Salud Pública. Departamento de Sanidad. Gobierno Vasco.

Introducción:

La hipotiroxinemia materna (HM) en el primer trimes­tre (1T) del embarazo en áreas con deficiencia de yodo se relaciona con un incremento de TDAH en la descendencia.

Objetivos:

Conocer la prevalencia de TDAH en los nacidos de una muestra de gestantes yododeficiente en 1T (mediana yoduria 88 μg/L) y ver su relación con T4L,TSH y yoduria maternas.

Evaluar si la HM determina una mayor prevalencia de TDAH.

Material y métodos:

De una amplia muestra de embarazadas con con­troles de T4L, TSH y yoduria (80% yoduria<150 μg/L) se reclutó al azar a 302 niños en los que se consideró la puntuación en WISC-IV y en el Van­derbilt modificado (padres). Se excluyeron gesta­ciones múltiples, EG<36 semanas, PN<2500 gra­mos, TGD y alteración tiroidea materna.

Resultados:

La edad media de los niños fue 7,3 años (48,7% varones). El 8,9% tuvieron un Vanderbilt positivo, 6 de ellos con diagnóstico previo de TDAH (2%). Es­tos niños no mostraron diferencias en las variables estudiadas en el embarazo. Sí presentaron mayor comorbilidad y peor puntuación académica sin re­lacionarse estas variables con la situación de las gestantes.

Conclusiones:

• La prevalencia de TDAH en esta muestra es me­nor a la referida en población general. La HM no determina un incremento de dicho trastorno.

• No encontramos relación entre la función tiroi­dea materna y la yoduria en primer trimestre con el TDAH ni con los niños con un Vanderbilt posi­tivo.

Ayudas:

Dpto. de Sanidad, fundación Salud 2000, fundación Ikertu y premio José Igea.

 

O2/d2-015

ESTUDIO DE LA FUNCIÓN TIROIDEA EN EL RE­CIÉN NACIDO PRETÉRMINO DE 27-29 SEMANAS DE EDAD GESTACIONAL.

A. Campos Martorell, M. Clemente León, Á. Albisu Aparicio, D. Yeste Fernández, M. Gussinyé Cana­dell, A. Carrascosa Lezcano.

Endocrinología Pediátrica Hospital Vall Hebron, Barcelona.

Introducción:

El recién nacido pretérmino (RNPT) debido a su inmadurez, mayor incidencia de morbimortalidad y mayor susceptibilidad al yodo, presenta una fun­ción tiroidea disminuida en relación a los neonatos a término.

Niveles disminuidos de hormonas tiroideas duran­te un periodo crítico para el desarrollo del sistema nervioso pueden influir negativamente en las se­cuelas psicomotrices.

Objetivo:

Estudiar la función tiroidea de RNPT de 27-29 se­manas de gestación (SG) y comparar los resulta­dos con los estudios previos del 1995 (75 RNPT 30-35 SG, grupo control) y del 2003 (117 RNPT<30 SG).

Material y métodos:

Estudio descriptivo de la función tiroidea de 56 RNPT, durante su ingreso en UCIN.

Para cada RNPT se determina en la primera, se­gunda, tercera, cuarta o quinta semana de vida postanatal T4L, T3, TSH y T4. Se recogen los datos antropométricos al nacimiento, factores prenatales, diagnósticos al alta y agentes terapéuticos recibi­dos. Periodo de estudio de 6 meses.

Resultados:

No se han encontrado diferencias estadísticamente significativas entre las medias de T4L,TSH y T4 en función de la semana. Sí hay diferencias en la media de T3 entre la segunda (85,39 ng/dl) y la quinta se­mana (114,16 ng/dl).

Se han encontrado diferencias entre las medias de T3 y T4 total de los RNPT 27-29 SG en comparación con el grupo control. No se han encontrado diferen­cias con el estudio 2003.

Los RNPT que reciben ventilación mecánica pre­sentan valores de T4 libre inferiores a los que no la reciben.

No se ha encontrado ningún paciente con valores de T4L inferiores a -2 desviaciones estándar del grupo control.

Conclusión:

Se ha constatado que la T3 tiene una evolución cre­ciente a lo largo de las primeras cuatro semanas de vida

Los valores de hormonas tiroideas de RNPT de 27- 29 SG a la tercera semana vida son significativa­mente inferiores al grupo control

Es necesario valorar individualmente la función de cada RNPT durante el primer mes de vida, reco­mendándose como mínimo un control de los valores de T4 libre y TSH durante la segunda y la cuarta semana vida.

 

O2/d2-016

LA DINÁMICA DE SECRECIÓN DE TSH DEPEN­DE DE LA GENÉTICA DEL HIPOTIROIDISMO CENTRAL (HC).

M. García González1, M.A. Molina2, J. Guerrero2, P. Ros3, I. González2, J.C. Moreno1.

(1) Instituto de Genética Médica y Molecular (IN­GEMM). Hospital Universitario La Paz, Madrid. (2) S. Endocrinología Pediátrica, Hospital Universitario La Paz. Madrid. (3) S. Endocrinología Pediátrica. Hospital Puerta de Hierro. Majadahonda, Madrid.

El Hipotiroidismo Central (HC) es una patología infra-diagnosticada en los países que realizan el cribado neonatal por TSH. El test de TRH puede discriminar su origen hipotalámico o hipofisario, pero su utilidad se ha visto discutida en los últimos años. Dada la ra­reza de su diagnóstico clínico, la base genética del HC es ampliamente desconocida.

Objetivo:

Estudio de la base genética y la dinámica de secre­ción de TSH tras estímulo con TRH en niños con HC para investigar relaciones fenotipo-genotipo.

Pacientes y métodos:

Se estudió la presentación clínica y la genética de 15 pacientes con HC. Se realizó un test de TRH lar­go (180’) con determinación de TSH en los tiem­pos: 0’,15’,30’,45’,60’,120’,180’. La magnitud de la respuesta se estudió a través de los ratios 15’/0’ y 30’/0’. La dinámica de recuperación de la TSH ba­sal se estudió con el ratio 180’/0’.

Resultados:

La edad al diagnóstico del HC hipotalámico es supe­rior que la del hipofisario (9 vs. 2 años), presentando niveles de TSH y T4L superiores a los del hipofisario (TSH: 5,9 vs. 0,9mU/L; T4L: 0,97 vs. 0,57ng/dl).

El 55% de casos (8/15) fueron hipotalámicos con pico de TSH>25mU/L (media:48; rango:5-136) y ra-tio pico/0’>9 (media:10; rango:3-24) y sin recu­peración de la TSH basal con ratio 180’/0’>1,6 (media:1,8;rango:1,3-2,9). Se identificó la base ge­nética (Prader-Willi, deleción paterna cr. 15q) en 1 paciente y 2 tenían tratamiento antiepiléptico.

El 35% (5/15) de los pacientes presentaban HC hi­pofisario por respuesta reducida al estímulo de TRH, con pico de TSH<20mU/L (media:5,3;rango:0,2-20), ratio pico/0’<6 (media:3,2,rango:1-6,5) y recupera­ción completa con ratio 180’/0’<1,6 (media:1,09; rango:1-1,6). En el 60% se identificó su base gené­tica (POU1F1: p.R265W, IGSF1: deleción completa y sospecha de defecto en GATA2 por fallo asocia­do de FSH/LH). Identificamos un paciente con res­puesta mixta debido a una hipoplasia hipofisaria e hipotalámica.

Conclusiones:

El HC hipofisario es menos frecuente que el hipo­talámico, pero clínicamente es más severo y de diagnóstico más precoz. Hemos identificado 3 ge­notipos de HC hipofisario (Pit1, IGSF1 y sospecha de GATA2), con perfiles secretorios de TSH carac­terísticos (Pit1: plano, IGSF1: cuantitativamente dis­minuido pero con dinámica normal) y 1 genotipo hipotalámico (Prader-Willi).

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